El sábado siempre es uno de los mejores días de la semana, ya que nos podemos levantar un poco tarde y siempre tenemos algo nuevo que hacer o conocer. Ayer hubo un almuerzo en la casa con unos amigos franceses y ucranios, el grupo estaba formado por un amigo de Mathias, su mamá, su esposa y la suegra (quien por primera vez visitaba Francia); ellos habían preparado el plato fuerte y nosotros el aperitivo y postre.
Llegaron con una hora de retraso (aquí si es a las 12 es a las 12, no como en Guate que es más relajado) entonces inmediatamente nos sentamos en la mesa, empezamos con unas boquitas y champagne, después la ensalada para seguir con el esperado plato ruso, todos estaban entusiasmados por probarlo, pero cuando lo vi pensé que era como un caldo de vaca o pollo (como los de mis abuelitas), el sabor era diferente, estaba rico (pero tampoco me encanto), después pasamos a mi parte favorita los quesos, el postre, el cafecito y el tequila (aclaro que José fue el único que tomo un poquito). Es interesante escuchar como es la vida en Ucrania, pero sobre todo como la revolución marco de forma positiva o negativa a cada familia, además que tiene un alto índice de contaminación y corrupción. Al terminar el almuerzo fuimos a la montaña, los amigos a ver la nieve y el paisaje, y nosotros (José, Mathias y yo) para hacer una cosa que se llama “promenade en raquettes” ( uno se pone unas cosas en los pies que parecen cosos de ski, sólo que estos son mas pequeños y anchos, y sólo se puede caminar, nada de deslizarse =$ ); había un frío de la gran diabla (creo que era más viento que frío, pero igual había frío), para que calculen que los amigos se prefirieron ir....... va nos alistamos y comenzamos a caminar, creo que ni 10 min. tenia de haber caminado, que pedí la llave del carro para regresarme, no sentía ni mis manos ni pies; (mi hermano y Mathias siguieron) me costo un montón abrir la puerta del carro, porque como no sentía nada no sabía si estaba apachando el botón, al fin puede abrir, sólo me quite las cosas y me metí. Los otros dos perdidos llegaron como 20 min. después porque también tenían frío
Como uds. sabrán el camino a la montaña tiene nieve, y para manejar allí hay que tener precaución; Mathias le dio el carro a mi hermano, a pesar de que no me agradaba la idea, no puedo negar que manejo re bien (se gano su crepa!), manejo toda la bajada, hasta llegar a la ruta nacional, allí si se regreso a su lugar de copiloto (la próxima me toca a mi!). Al llegar a la casa, lo primero que hicimos fue sentarnos a la par del fuego y tomarnos una tacita de té con unas galletas canadienses, delis!
con friito
José al volante... (cuidado!)
Llegaron con una hora de retraso (aquí si es a las 12 es a las 12, no como en Guate que es más relajado) entonces inmediatamente nos sentamos en la mesa, empezamos con unas boquitas y champagne, después la ensalada para seguir con el esperado plato ruso, todos estaban entusiasmados por probarlo, pero cuando lo vi pensé que era como un caldo de vaca o pollo (como los de mis abuelitas), el sabor era diferente, estaba rico (pero tampoco me encanto), después pasamos a mi parte favorita los quesos, el postre, el cafecito y el tequila (aclaro que José fue el único que tomo un poquito). Es interesante escuchar como es la vida en Ucrania, pero sobre todo como la revolución marco de forma positiva o negativa a cada familia, además que tiene un alto índice de contaminación y corrupción. Al terminar el almuerzo fuimos a la montaña, los amigos a ver la nieve y el paisaje, y nosotros (José, Mathias y yo) para hacer una cosa que se llama “promenade en raquettes” ( uno se pone unas cosas en los pies que parecen cosos de ski, sólo que estos son mas pequeños y anchos, y sólo se puede caminar, nada de deslizarse =$ ); había un frío de la gran diabla (creo que era más viento que frío, pero igual había frío), para que calculen que los amigos se prefirieron ir....... va nos alistamos y comenzamos a caminar, creo que ni 10 min. tenia de haber caminado, que pedí la llave del carro para regresarme, no sentía ni mis manos ni pies; (mi hermano y Mathias siguieron) me costo un montón abrir la puerta del carro, porque como no sentía nada no sabía si estaba apachando el botón, al fin puede abrir, sólo me quite las cosas y me metí. Los otros dos perdidos llegaron como 20 min. después porque también tenían frío
Como uds. sabrán el camino a la montaña tiene nieve, y para manejar allí hay que tener precaución; Mathias le dio el carro a mi hermano, a pesar de que no me agradaba la idea, no puedo negar que manejo re bien (se gano su crepa!), manejo toda la bajada, hasta llegar a la ruta nacional, allí si se regreso a su lugar de copiloto (la próxima me toca a mi!). Al llegar a la casa, lo primero que hicimos fue sentarnos a la par del fuego y tomarnos una tacita de té con unas galletas canadienses, delis!


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